Si la pasada semana os
explicábamos la diferencia que existe entre un sofá de piel y otro de tela, hoy
os vamos a dar algunos conejos prácticos a la hora de limpiar el sofá o sillón
de piel, los cuidados y la forma de limpiarlos para mantenerlos como nuevos,
sobre todo los que son de color claro.
1. Evitar la exposición directa a la luz solar. Esto daña rápidamente la
piel del sofá, creándole escamas y cuarteándola por las zonas a las que
directamente les llega la luz.
Tener
un sofá de piel en una terraza y sin ningún tipo de protección no es
recomendable. Al igual que tenerlo en interior pero dándole constantemente la
luz solar y de manera directa ya que casi con total seguridad esa zona se
deteriorará antes que el resto por muchos productos que utilicemos para salvar
la piel de nuestro sofá.
2. Cuidados y mimos. Es sabido por todos que los sofás o butacas de
piel tienen un aspecto más moderno que los de tela, pero que también precisan
de cuidados más constantes que estos últimos. Evitar colocar nuestro sofá
recién comprado al lado de espacios con objetos punzantes, cortantes o que
puedan ocasionar algún deterioro de la piel, es uno de los secretos de su
cuidado.
3. Limpieza: Depende del sofá y
del fabricante, lo mejor es dejar de lado cualquier producto químico,
quitamanchas o borradores mágicos. La clave
en la limpieza de un sofá de piel está en utilizar un paño humedecido, dejar secar y aplicar crema hidratante con el objetivo de mantener la suavidad. Además otro de los trucos
para conservar el brillo, es frotar tras la limpieza con un paño de lana.
Esperamos
que estos consejos y curiosidades sobre el cuidado y limpieza de sofás y
butacas de piel os ayuden en vuestro día a día. Tened en cuenta que todo
dependerá de la calidad de sofá y de la piel, por ello os recomendamos que ante
cualquier duda, siempre contactéis con el fabricante.
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