Una de la preguntas que todos nos hacemos o nos hemos hecho a la hora de ir a comprar un sofá es ¿Piel o
tela?. Son muchas las verdades y las mentiras que se han dicho acerca de ambos
tipos de acabados en sofás, por eso en Tapizados Requena vamos dedicar esta entrada al blog a intentar explicar las características de uno y otro y así encontrar las
ventajas y desventajas que presentan.
SOFÁ DE PIEL
El sofá de piel, a pesar de ser antiguo, goza de un tinte de
modernidad y vanguardismo que no tiene el de tela. Existen en el mercado
diferentes tipos de piel, la natural, polipiel, sintética, etc, pero todas son
muy fáciles de limpiar. Esta es la característica fundamental de los sofás de
piel, ya que las manchas se retiran con relativa facilidad. Al contrario de lo
que se piensa la piel es transpirable, es un producto cálido y flexible, aunque
estas características también dependerán de la calidad de la piel que elijamos
para nuestro sofá.
Los sofás acabados en piel suelen ser un poco más caros y la
variedad en su gama de colores más limitada.
SOFÁ DE TELA O TEJIDO
Los sofás de tela suelen ser algo más convencionales que los de piel,
no por sus diseños, si no porque son más comunes en los hogares del mundo
entero.
En comparación con los sofás de piel, estos suelen ser más duraderos
y fáciles de conservar. Su mayor inconveniente es la limpieza, que de no contar
con un recambio de diferentes fundas, necesitas productos de limpieza
específicos para poder retirar las manchas.
Depende del tejido elegido, seda lino, algodón, sintético, pueden
ser más económicos que los de piel.
Pero independientemente de la decisión de “piel o tela para nuestro
sofá”, existe en el mercado español una
gran variedad de diseños y opciones que seguro encajan con vuestras necesidades
y gustos. Lo mejor siempre es comparar y conocer la calidad del catálogo que
estamos mirando.
¿A qué os hemos aclarados algunas dudas?
En el próximo post os daremos algunos
consejos para limpiar vuestro sofá de piel o de tela.